Estambul, tierra mestiza donde las haya, donde Europa y Asia se funden en una y bazares y mezquitas te transportan a universos contiguos, comienza este homérico viaje para el Gran Canaria, el más hermoso de su historia con el Fenerbahçe como anfitrión. Sucesión lógica por sus logros en la cancha de los últimos años, estar aquí es un premio moral, en ningún caso regalo deportivo, pues se lo ganó en la cancha tras una memorable noche de baloncesto en la Fonteta.

Le esperan al Granca alrededor de 110.000 kilómetros de viajes, muchos más que ningún otro equipo de Euroliga. Minúsculo presupuesto el suyo para tan magna cita, el ejemplo del Zalgiris debe ser la referencia.

Desde el banquillo hasta el juego interior, en todas las parcelas cambió el Herbalife. Llega Maldonado por Casimiro, y Hannah ocupará el puesto de Mekel para hacerle compañía al eterno Albert Oliver, que a sus 40 años debuta en Euroliga. Strawberry, ex de Olympiakos, y Evans dan lustreal juego exterior, y Tillie, ex de Murcia y Baskonia, ocupa la plaza de Pablo Aguilar. Con el repescado Nelson serán 13 jugadores más el vinculado Madsen. Eriksson anda lesionado, y un milagro sería que jugara hoy. Pero también lo era hace unos años que el Granca jugara la Euroliga. Y en esas está ahora mismo.