Casi cinco meses después de la Final Four de Belgrado, que coronó al Madrid como campeón de Europa por décima vez en su historia, vuelve la Euroliga, con el mismo formato de los dos cursos anteriores: 16 equipos y liguilla de 30 jornadas. Los ocho primeros se jugarán en un playoff el billete a la Final Four. Cita que se celebrará por primera vez en Vitoria (17-19 de mayo), lo que convierte esta edición (la próxima ya con 18 equipos) en la más especial de siempre para el Kirolbet Baskonia.

El club vitoriano carece de vértigo cuando toca acudir al mercado, pero esta vez ha apostado fuerte por la continuidad, por Pedro Martínez y la renovación de Shengelia, y solo ha hecho tres fichajes (Shields, Hilliard y la promesa Penava). Deberá apretar los dientes para meterse entre los ocho mejores y luego ver qué le depara el cruce. En una situación similar anda el Barça Lassa, pero obligado a empezar muy fuerte tras fracasar en las dos últimas campañas, en las que llegó a las jornadas finales sin ninguna opción de playoff.

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El Herbalife Gran Canaria vive una situación distinta, sin esa presión. Se estrena en la Euroliga y ahora todo es felicidad. Quiere disfrutar del momento, aunque los viajes desde Las Palmas le pueden pasar factura y el calendario también, muy duro al principio tras una pretemporada y un arranque de Liga titubeantes. A ver.

El Madrid, por su parte, defiende corona y aspira a revalidarla por primera vez en 50 años. Lo logró en 1967 y 68 con Ferrándiz en un banquillo donde ahora se sienta Laso por octavo curso seguido. En este siglo solo han encadenado dos éxitos el Olympiacos (2012 y 13) y el Maccabi (2004 y 05). Antes, habría que remontarse a 1991, a la Jugoplastika, que enlazó tres. Las casas de apuestas le sitúan por detrás del CSKA y del ­Fenerbahçe, pero ha recortado distancia en los pronósticos tras demostrar que Llull está fuerte y que sabe manejarse sin Doncic, aunque se le eche de menos.