Williams-Goss

El Real Madrid fue paciente, no se precipitó con las decisiones, ni se lanzó a lo loco al mercado. Una razón para esperar era el posible regreso del Facu.

El Real Madrid salió muy enchufado ante el Maccabi, sabedor que por mucha crisis arrastrada, por muchos sinsabores, todavía no hay nada perdido en la Euroliga.

El partido ante el Maccabi siguió la misma tónica que con el Efes. Y tanto se pareció el desarrollo, que terminó con el mismo desenlace. Otro patinazo.

El efecto anímico del dominio del Barça, unido al azote físico y a la falta de perímetro, ha mostrado los descosidos de un grupo que suma siete derrotas en diez partidos.