Afición deportiva

Es muy gratificante recibir un mensaje de ánimo o una palmada en el hombro si perdemos.

Desconfía del aficionado que se queje de los fastos ajenos, y sobre todo de los propios...

A quien ha osado decir su nombre en vano, otros se lo han recriminado...

Resulta ridículo, como mucha gente afirma con la voluntad de explicar lo que en realidad es incapaz de entender.

El miércoles por la noche, contra el Leipzig, se oyeron muchísimos pitos. Algo que me molestó. Los aficionados deben apoyar a su club, así de claro.