Después de Ucrania, cuatro victorias, en todas con tres centrocampistas puros y, lo que es más importante, muy buen fútbol contra el Borussia y el Atlético.

No se le puede dar por muerto. Empezó el grupo con un desastroso resultado en casa ante el Shakhtar, llegó a la última jornada con riesgo de eliminación y al final terminó primero.

La confianza de un equipo se alimenta de goles, y cundo no los hay, se debilita. Y al Madrid le cuesta mucho el gol. Y no sólo porque no esté Cristiano Ronaldo.

El partido de Kiev fue la demostración clara de que Zizou se encuentra en su momento más delicado como entrenador madridista...

La cruda realidad es que estamos tiritando, sufriendo pesadillas con el fantasma de la Europa League de fondo y cada vez más desencantados, más hastiados, menos ilusionados...

Otros años hubiera tenido una mínima justificación perder contra el Shakhtar, aquel Shakhtar de Lucescu o incluso de Paulo Fonseca. Pero este equipo poco tiene que ver con ese...