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Athletic ATH
1
Raúl García 7'
Levante LEV
3
Enis Bardhi 41', 43',Morales 89'
Finalizado

ATHLETIC 1 - LEVANTE 3

Un doblete de falta de Bardhi aclara el panorama abajo

Morales completó una nueva humillación al Athletic en casa y la grada coreó un mix “Urrutia-Cuco vete ya”

Actualizado a
Un doblete de falta de Bardhi aclara el panorama abajo

El Levante llegó a San Mamés en vilo, casi salvado pero aún con un par de renglones por escribir en ese libro de la permanencia. Y se puso en manos de Bardhi, el protagonista absoluto de la jornada. Un doblete en dos faltas. Las lanzó como si fuera un jugador de baloncesto en la línea de tiros libres. Y el Athletic se comportó de forma contemplativa, esperando que lo disparase al aro, es decir, al poste, o ni tocase el mismo. Todo fue calcado: un tiro en el flanco izquierdo granota y el segundo un poco más centrado pero ambos por el entorno del pico del área. Arrizabalaga colocó la barrera, organizó el tráfico, que empezaba a encresparse por delante, cámara… y acción.

Y eso que Bardhi llevaba ya dos goles de falta este año y estaban ojo avizor. Susaeta, Córdoba y Williams formaban la barrera, con Campaña para distraer. El levantinista empujó someramente al trío de la barricada y se agachó para que su compañero embocara como Rahm en un par uno de un campo de golf. Kepa metió el puño firme pero muy tarde, cuando el balón estaba ya dentro. Dos minutos después, repetición de la jugada, esta vez con un golpeo aún más pulcro y el meta de Ondarroa haciendo la estatua. Dos obras de arte como dos gotas de agua que hacen al macedonio mirar a los ojos a un galáctico como Messi: este lleva seis goles de falta esta temporada en Liga y el macedonio cuatro. Desde hace seis años nadie lograba tal locura y curiosamente asistía al partido de Bilbao, desde el banquillo: Beñat en un Sevilla-Betis.

Bardhi suma seis acaparó un partido de guante blanco. Lo desatascó de forma magistral y encaminó a su equipo con todo el confeti del mundo hacia la permanencia. Pero su actuación no deja en segundo plano a un Levante con criterio, movimiento, jugadores en constante desmarque y calidad individual frente al enésimo ejemplo de Athletic apocado en su casa y ante un rival de menos postín. Para empezar, Paco López varió el paisaje habitual en su pizarra. Metió dos laterales por la derecha, con Coke por delante de Pedro López, el capitán, posiblemente para frenar el ímpetu de Córdoba. Por el otro lado decidió alinear a Luna. Y colocó una línea de cuatro en medio, con Bardhi, de vuelta tras aquel gran inicio de temporada con más de un golazo de falta, por la izquierda en lugar de la mediapunta y Morales despojado de ese carril para moverse arriba con Boateng.

Si el Athletic se propuso una redención para que la gente deje de estar de uñas, quiso abrir boca despertando un sentimiento de emoción a los ocho minutos, cuando Raúl García cargó de metralla esa diestra artillera que tiene y desde fuera del área incrustó la pelota en la red de forma supersónica. Williams se echaba las manos a la cabeza. Una acción que parecía valer por todo el partido, pero Bardhi la mandó al baúl del olvido con sus bazucazos.

No había mucha pasión sin balón y eso lo aprovechó el Levante para triangular. Iturraspe ralentizaba el juego con balón. San Mamés, en la peor entrada de su historia en Liga por ser lunes y con retransmisión en abierto, sentía aburrimiento por un juego perezoso. Ziganda trató de despertar el fútbol con Muniain de mediapunta y Raúl arriba, y recuperó el célebre rombo de Heynckes. El excolchonero envió un balón al larguero y el Levante jugó sus cartas mirando al marcador. A centro de Córdoba, que acabó de lateral izquierdo, Williams tuvo otra de cabeza ganando muy bien la posición pero ya se sabe que está gafado en casa. Paco López retiró a Bardhi, cansado, el artista de la noche. Un virtuoso que merecía los tres puntos. Luego quiso sumarse a la exhibición Morales, con una veloz carrera, dos recortes y balón picado para burlar a Kepa. Córdoba pegó otro poste un poco más tarde. La mala uva va subiendo del verde al palco y el equipo está echando a la gente de las tribunas. Se escuchó un mix de "Cuco-Urrutia vete ya" por parte de la grada. Al final quedaban no más allá de ocho mil sufridores. Algunos aguantaron para sacar pañuelos. Bilbao no soporta esta condena.

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