El Madrid sube como la espuma
Campazzo, Deck y Tavares lideran al equipo blanco a su sexta victoria seguida en la Euroliga que le consolida en el tercer puesto. Ayón lució, pero falló mucho al final.
El Madrid sube como la espuma en la Euroliga pese a las bajas y a que estas fechas no suelen serle propicias. Sexto triunfo seguido que le consolida en la tercera plaza cuando hace un mes viajaba 13º tras encadenar tres derrotas lejos del Palacio. Se estrenó a domicilio en Belgrado hace tres semanas y este viernes repitió en San Petersburgo, en casa del colista, un Zenit que aún no es todo lo sólido que Joan Plaza pretende. Tiene piezas de talento, pero quizá le falte un base de un nivel superior. Mostró carácter, eso sí, cuando se vio 20 abajo para trepar desde el 37-57 del minuto 24 al 64-69 con el que parecía volver a la pelea en el 34.
El Madrid derramaba un cubo repleto de acciones positivas que había ido llenando durante el encuentro, en especial antes del descanso (6-16) y justo después (0-13), y se veía forzado a empezar otra vez casi de cero. Campazzo (19 puntos, 6 asistencias y 2 robos), Deck (15 más 8 rebotes, 2 pases y 25 de valoración) y Tavares (6+12+3+3 y solo 2 faltas en 29:03) marcaron diferencias, transmitieron una enorme superioridad. Rudy, mientras, resultó clave en fases de incertidumbre con su defensa y sus tres triples, uno muy medido con un ojo en el cronómetro para cerrar el tercer cuarto. Otros tres cada uno embocaron el Facu y Causeur para un magnífico 15 de 33.
La virtud del Zenit fue saber empujar a su rival por el tobogán, meterle en vaivenes que le dieran esperanza. Albicy tuvo su momento, también Will Thomas; el escolta Voronov fue el mejor en su regreso tras siete jornadas de baja y Ayón hizo un partido muy completo (18 puntos y 10 rebotes), aunque acabó enredado en los brazos de un Tavares que le llevó a fallar más de la cuenta (9 de 19 de dos, tres tapones recibidos y cuatro pérdidas).
Esguince de Laprovittola
Con el citado 64-69 y demasiados tiros precipitados para como se había quedado la tarde, Deck lo encauzó a su manera. Pidió el balón en paralelo a la línea de fondo y encaró a Ponitka al poste bajo con tanto éxito como aparente facilidad. Señaló el norte y sus compañeros hallaron el camino: Rudy, Campazzo y… un puñado de buenas defensas con Tavares delimitando territorio. Se acabaron las estrecheces, no más sustos. El base argentino rozó los 31 minutos porque faltaba Llull y, además, Laprovittola se torció un tobillo.
La semana pasada habían caído el Khimki y el CSKA, ahora le ha tocado al Zenit morder el polvo en la vuelta del enmascarado Taylor (presencia testimonial tras romperse la nariz). Tres victorias consecutivas ante equipos rusos por una diferencia media de casi 20 puntos. Al alza.