El WiZink Center acoge hoy el gran clásico del baloncesto europeo: Real ­Madrid-Maccabi, el duelo más repetido en los 61 años de historia de las competiciones del Viejo Continente. Ambos se han enfrentado en 57 ocasiones con un balance 34-23 a favor del equipo blanco, que desde la fatídica noche de Milán de 2014 solo ha perdido dos de los siete encuentros disputados contra los israelíes, que tratan de resurgir después de tres años a la deriva en la Euroliga.

Desde que se proclamaran campeones en Italia contra el Madrid, los de Tel Aviv solo han llegado una vez a los cuartos de la máxima competición continental (2015) y suman ya tres cursos seguidos sin alcanzar el playoff. Un naufragio que también les ha golpeado en su Liga (ganaron el año pasado tras tres cursos consecutivos de sequía) y que ha conducido a la locura total en el club: 50 fichajes desde 2014 (con un pico de 15 en la campaña 2015-16), 31 nacidos en Estados Unidos.

Una preferencia por el caladero norteamericano que ha llevado al Maccabi a tener la mayor concentración de estadounidenses de toda la Euroliga este año: de los 14 jugadores en plantilla, 11 son de ese país (Ray, Wilbekin, Pargo, O’Bryant, Caloiaro, Roll, Kane, Tyus, DiBartolomeo, Cohen y Black). El Khimki y el Darussafaka, los siguientes en la lista, tienen siete y seis, respectivamente. El Gran Canaria es el que cuenta con más dentro de los representantes españoles con cuatro. El Madrid tiene tres, mientras que el Barça y el Baskonia integran solo a dos.

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Carroll, duda

Jaycee Carroll podría disputar su partido 150 consecutivo en la Euroliga. El escolta, duda por una pequeña rotura en el glúteo, no se pierde ningún duelo en Europa desde abril de 2014. Nadie en la actualidad tiene una racha igual.