Santiago Blanco

El único aliciente que veo es el maillot de lunares. El resto de los maillots están decididos. Vingegaard no puede entrar en ese juego.

La etapa de hoy evidenció lo que es una obviedad a estas alturas: el desgaste en este Tour de Francia está siendo muy grande.

El podio, salvo desgracia, está ya definido. Me han sorprendido estos dos días de Pogacar, sobre todo por las diferencias marcadas por Vingegaard.

Como mucho, esperábamos que hubiera medio minuto entre ambos. Pero lo que ocurrió fue parecido a lo que Pogacar le hizo a Roglic en el Tour 2020. Vingegaard se ha salido.

Pogacar buscaba con el último ataque pillar la bonificación y salir el último en la crono para tener referencias. Estamos viviendo un Tour muy igualado entre estos dos supercracks.

Con 22 años, el humilde chaval de Almuñécar calculó como si llevara toda la vida ganando en las mejores plazas del Tour de Francia, pero es el de su debut.

Que el UAE trabaje para ganar la etapa y luego no haga nada, no lo entiendo, porque Majka prácticamente ni llegó a tirar. Pogacar arrancó muy arriba. No sabemos si no iba súper.

Cinco años sin ganar etapa y ahora en tres días conseguimos dos. Ion Izagirre y Pello Bilbao son corredores con mucha calidad, de cierta edad, pero que siguen ahí.

Cuando estás en estado de gracia, cuando todo te sale bien… Encuentras los sitios donde no los hay, incluso sin su lanzador, Van der Poel.

Pello se ha metido en la lucha por el podio y en las vueltas grandes siempre va a más. El esfuerzo de hoy lo puede acusar, pero puede tener unas próximas etapas tranquilas para recuperar.

Las diferencias entre los favoritos en la general son mínimas, aunque Pogacar en estos dos últimos días ha soltado más veces a Vingegaard que en los Tours anteriores.

El Puy de Dôme es el puerto más exigente de este primer bloque de carrera, y encima acaba en alto. No sé quién estará delante, pero diría que Pogacar por lo ocurrido el último día.

Salieron cuatro corredores para buscar la escapada y, en un abrir y cerrar de ojos, se quedó uno. Qué aburrido, ¿no?

Pogacar se creció cuando vio que Vingegaard no fue capaz de soltarle. Pasara lo que pasara, el Tour no iba a quedar decidido.

Pogacar le puede dar la vuelta al Tour, pero no se puede volver loco. El que no se tiene que conformar es Vingegaard y debe intentar aprovechar la situación de su rival.

Este tipo de etapas las tiene que haber, porque hay dar de comer a todo el mundo, pero esta cuarta etapa ha sido soporífera.

Es cierto que Philipsen cierra un poco a Van Aert, pero creo que la decisión de pasarlo por alto ha sido la correcta.

El rédito era mínimo en el esprint de Jaizkibel, pero quieras que no, siempre que los segundos de bonificación sean a tu favor bienvenidos son.

El Movistar ya no tiene que pensar en Mas, sino en las escapadas. Enric podía pelear el top-5, pero nada más.

El esloveno y el danés están en otra liga y no veo a ningún corredor más luchando por la victoria del Tour.

En esta Vuelta tuvimos la confirmación de lo que puede hacer Evenepoel en carreras de tres semanas, ganando su primera grande.

Y el ecuatoriano volvió a levantar los brazos. Todas las victorias en montaña, todas con la firma de un ganador. Ha hecho una gran Vuelta y no era tan sencillo.

El grupo que llegó a meta fue reducido por el puerto que subían en dos ocasiones y los corredores de la general estaban pensando en la penúltima etapa.

Vimos a un Enric Mas valiente, aunque quizás cuando atrapó a Gesink tuvo que ser menos generoso, porque favoreció al líder indirectamente y le dejó la etapa en bandeja.

Miguel Ángel López es un corredor que va a atacar y Enric tiene que aprovecharse de su rueda.