La gente no se acostumbra aún a la grandiosidad del Wanda Metropolitano, decía Antonio Romero en los capítulos finales del derbi.
Serrat, en cualquier caso, se habrá alegrado del triunfo que es ver jugar al destinatario más importante de su carta.
Habrá algún aficionado que se disponga a vivir la emoción de ver a los dos mejores futbolistas en la última década sobre el campo en una misma tarde.
Nunca había entendido tanto la pasión universal por el fútbol hasta que viví en Arequipa, cómo se vivía aquí el Nueva Zelanda-Perú decisivo para que el equipo andino.
Estamos subidos a una atalaya para ver colores donde no hay intención de que sean de un tono o de otro, y nos pasamos el día contaminándolo todo con raras intenciones.
Empezó rojo y fue degradándose el color del Barça, hasta el amarillo final. Fulgurante salida, con un Messi pletórico. Y luego, la nada, o la ambivalencia.
Ayestarán venía al Bernabéu con un hueco en el corazón. Demasiado ha perdido ya. Y la muy querida UD Las Palmas albergaba la ilusión de llenar ese vacío.
Juan Cruz nos da su opinión y análisis sobre la sucedido en la última jornada de Liga.
A este Barcelona (mejor: a este Valverde) lo auxilia la suerte que antes le estaba vedada.
Zidane ha salido esta semana en broma a favor de su paisano Benzema. Sólo he visto una vez al entrenador del Madrid tan aguerrido, y me ha parecido noble,
Pues ayer hubo un rato que parecía que el Barça iba a padecer el síndrome Cazorla. No pudo ser. Estaba el señor del fútbol.
Qué personaje; no necesita ni píldoras. Mientras esté ahí la diversión está garantizada en Carrusel cuando Flaqui retransmite los partidos del Barça.
Cristiano marcó en los últimos minutos y salvó al Madrid de la mordida del Getafe. Luis Suárez hizo lo propio para salvar al Barça de la primera derrota de LaLiga.
La roca y la ola
No está para decir lo que hace, sino para hacerlo. En Ecuador, Messi lo contó después del partido: cuando vio el 1-0, pensó en su gente.
Cuando parecía que se estancaba una generación, la del Mundial ganado en Sudáfrica, en parte subsiste, surgen estos chicos a darle savia nueva a la Selección.
Da escalofrío escuchar hoy Al Alba, esa letra imborrable de Luis Eduardo Aute, a quien, como decía ayer en Hoy por hoy de la SER, habría que hacer un monumento.
Al Atlético le pasa algo notable: se parece al semblante de Simeone. Siempre va de oscuro, pero a veces también tiene oscuro el semblante.
El fútbol se hizo para las peñas y para las multitudes, para el graderío habitado, no para ese esqueleto que vimos esta tarde en el Nou Camp.
Llegó sin música. Contagiado por el equipo, el brasileño perdió una oportunidad que le hubiera quitado al Barça el suspense final.
El filósofo Gabilondo, con el que coincidí en los congresos de la Ser en Córdoba, dijo el viernes esa frase en sede parlamentaria, en Madrid, donde ocupa el liderazgo...
El gol de Luis Suárez fue el tanto de un jugador que nació para romper la red pero que en los últimos partidos tenía la pólvora inútil.
A Messi habrá que llamarlo Cuatrodesiete. Disparó siete veces, marcó cuatro goles. Un respeto. Hay algo que decir, además, de este goleador...
De los tres extranjeros que llegaron al equipo de Valverde en verano, dijo Joan Manuel Serrat poco antes de empezar LaLiga: “No te engañes: el mejor es Paulinho”.
Juan Cruz nos da su opinión sobre varios temas deportivos que han ocurrido esta semana, la inauguración del Wanda Metropolitano entre otros.
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