Ramos sale en tromba contra Benítez

Tengo la sensación de que cada vez que habla Benítez, sube el pan. Su insistencia en los errores en el penalti y en el gol del Atleti provocó una reacción dura de Sergio Ramos, incluso excesiva. Fue a Las Rozas a darse de baja en la Selección para los partidos del viernes y el lunes y se despachó a gusto. Dijo que jugó infiltrado, lo que deja en peor lugar las críticas de su entrenador, porque las carga de desconsideración. Por cierto, Sergio jugó con el Madrid y no jugará en la Selección. Motivos hay, entendibles, pero recordemos, en pro del entendimiento general, que cuando Piqué hizo esto mismo se vio mal.

A todos los jugadores de todas las épocas les parece fatal que el entrenador airee sus fallos. Bastante sabe Sergio Ramos que falló como para que lo recuerde el entrenador en la conferencia de prensa post-match y lo repita a las veinticuatro horas en entrevista reposada. Tampoco estuvo fino Benítez al intentar hacer el chiste con Benzema sobre no quitarle si mete dos goles. Benzema metió dos goles en San Mamés y también le quitó. Benzema está quemado porque le quita prácticamente siempre, con dos goles, un gol o ningún gol. Y mientras, perdura la ley de bronce de que a Cristiano no se le quita.

En fin, que el Madrid sacó un empate en el Calderón, un buen resultado si se mira con calma, pero parece haber caído tan mal como aquel 4-0. Quizá señal de unas incomodidades internas que tienden a saltar a la primera, de ahí el excesivo número de Sergio Ramos ayer. Y para completarlo, Bale llega a Gales y dice que la media hora que jugó ante el Atlético le ha servido para poner las piernas a punto para el Bosnia-Gales, que puede abrirle la Eurocopa. Que Bale había jugado ‘a la carta’, sin estar en el ritmo que el partido exigía, ya lo sospechábamos muchos. Lo malo es que él ahora va y lo cuenta.