Hay para Danilo, no para Sergio Ramos

Danilo ya es del Madrid... pero en condiciones extrañas. Se anunció a medianoche, el precio es de 31 millones, alto a todas luces para un jugador que quedará libre la próxima temporada. Un futbolista con buen futuro, que ha despuntado en el Oporto de Lopetegui, pero un futbolista que al fin y al cabo no estuvo en el último Mundial. Y viene a resolver un problema que no existe, porque Carvajal (la primera piedra de Valdebebas, ¿recuerdan?) se ha afirmado en ese puesto. Juega bien, con calidad, nervio y entrega, y hasta va a la Selección. Y está también Arbeloa, renovado hasta junio de 2016.

Incluso dentro del hábito de comprador compulsivo que caracteriza a Florentino desde que llegó, la fiebre compradora de este año parece excesiva. Asensio, del Mallorca, Odegaard, el joven prodigio que se entrena con los mayores y juega (mal) con el Castilla, Lucas Silva, que no ha mejorado en nada a Illarramendi (otro dispendio en su día, por cierto), y hasta el joven meta Batalla. Son muchas incorporaciones que elevan el número de jugadores (y el de extracomunitarios, Danilo lo es, como James, Chicharito y Lucas) más allá de los números soportables en los reglamentos.

Investigado como está por la FIFA por supuesta contratación irregular de menores procedentes de otros países, una explicación podría ser que teme un cerrojazo y se aprovisiona por si acaso. Como el que llena de agua y galletas el refugio nuclear. Pero mientras, lo de verdadero peso, que es la renovación de Sergio Ramos, no se tiene en cuenta. En eso no hay prisa. Y Sergio Ramos, que ve que por ahí hay pocos centrales grandes, alguno mejor pagado que él, se extraña y se revuelve ante tanta facilidad para soltar dinero para otras cosas mientras a él le regatean. Y si encima Raúl habla bien de él....