Cornellà vivió una fiesta con el Madrid

Siguen los días felices del Madrid, que anoche fue protagonista de una fiesta. Su 1-4 deja resuelta la eliminatoria y además hizo amigos. Para el Cornellà fue una gran noche, que dejó en taquilla la mitad del presupuesto del año. Dio una imagen muy digna (en España se juega bien al fútbol en todas las latitudes y categorías) y se retiró feliz, dando la vuelta olímpica, aplaudido y aplaudiendo, en perfecta sintonía con su gente. Fue un partido limpio, bien llevado por el Madrid, con Isco reclutando nuevos partidarios y Varane haciendo dos goles en el campo en el que se lesionó hace año y medio.

Isco se está convirtiendo en un favorito nacional. Gusta su juego tanto como gusta su lucha por hacerse un sitio en el Madrid frente al continuo aluvión de estrellas internacionales. La baja de Bale está sirviendo para que él y James compartan titularidad, y de la mano de ellos el Madrid juega que es un primor. Ellos dos, más Benzema y Carvajal (aunque éste cambiado de banda en la primera mitad) fueron los únicos titulares reales en la alineación inicial. Pero los otros siete no eran ‘carrito del pescado’. En el Madrid no hay ‘carrito del pescado’. Entre los suplentes abundan internacionales de categoría.

Keylor Navas fue, como se esperaba, el portero de la Copa, pero el partido se le escapó sin actividad. Khedira acumuló nuevos minutos en el camino de su recuperación. Chicharito intervino poco, pero confirmó su instinto goleador, rapiñando un tanto tras levantarse del suelo como un rayo para hacerse con un balón suelto. Todos estuvieron bien, pero el que más disfrutó fue Marcelo, que entró en la segunda mitad para jugar por la media, cosa que hizo con una informalidad y alegría llamativas. También hubo minutos, buenos, para Medrán y De Tomás. En fin, lo dicho, una fiesta en Cornellà.