Cuando Javier Tebas se enteró de que el Barcelona había hecho una oferta al Atlético de 70 millones de euros por Koke llamó a Miguel Ángel Gil Marín para que vendiera de inmediato al canterano. Con la venta del centrocampista, el Atlético daba un paso casi definitivo en la reducción de la enorme deuda contraída con Hacienda por mala gestión. El consejero delegado del Atlético le dijo al presidente de la LFP que no podía, después de haberse visto obligado a traspasar a Diego Costa y Filipe Luis, vender a Koke porque su afición se enfadaría con razón.

El Barça insistió y Tebas volvió a hablar con Gil Marín. “Tienes que vender a Koke sí o sí”. El máximo accionista del Atlético se negó de nuevo y mejoró el contrato de Koke hasta convertirle en uno de los mejor pagados. Con la plusvalía de la venta de Koke (canterano: coste cero), el Atlético había dejado su deuda con Hacienda por debajo de 50 millones de euros. En la LFP están muy satisfechos con la gestión del Atlético, pero creen que debía haber traspasado a Koke para rizar el rizo. En el Atlético confían en hacer otra campaña tan espectacular como el curso pasado y volver a ganar títulos, con Koke, y seguir reduciendo la deuda. Eso sí, el Atleti seguirá obligado aún a vender a alguna figura, quizás a Koke...