SPURS 116-GRIZZLIES 117

Marc Gasol regala un milagro

Un triple imposible del español sobre la bocina abre la puerta a tres prórrogas y a uno de los mejores partidos de Regular Season de los últimos años. Ganaron los Grizzlies.

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NBA

Los partidos como este tienen un doble efecto: por un lado apetece que la Regular Season no acabe nunca, por otro quisieras parpadear y que ya estuvieran aquí los playoffs del Oeste. Tras la histórica primera ronda de 2014, la de 2015 promete ser todavía mejor. Si llegan los ocho que a priori tendrían que llegar (Spurs, Grizzlies, Warriors, Rockets, Thunder, Mavericks, Blazers, Clippers) cada eliminatoria de primera ronda podría ser una final de Conferencia. Y cada partido valdrá por un millón sin un solo telonero: ocho actores principales y la vieja máxima del póker: si a los cinco minutos no sabes quién es el primo, es que el primo eres tú.

Este Spurs-Grizzlies tuvo desde luego aroma a playoffs y no sólo por ser una reedición de la final de Conferencia de 2013. Fue una guerra física y de voluntades, un intercambio de golpes y talento que terminó con tres prórrogas entre milagros, trastornos inestables de personalidad y rachas para frotarse los ojos. No se recuerda un partido a más de 60 minutos con dos equipos de semejante nivel implicados, de hecho para los Spurs era el primero en treinta años. No se recordaba a Tim Duncan jugando tanto (no lo hacía desde 2008) ni a un equipo, estos Grizzlies acorazados, que haya ganado en 48 horas al equipo con el mejor balance (Warriors) y a continuación al campeón. De hecho, hacía catorce años que no lo hacía nadie (el último hasta hoy, los Bucks). Un partido para el recuerdo incluso sin tres actores principales: Tony Allen, Tony Parker y Kawhi Leonard. Al primero le echaron de menos los Grizzlies cuando llovían los triples texanos en plena remontada, la ausencia de los otros dos fue dramática para los Spurs en la última prórroga, cuando las fuerzas ya no les daban más de sí a Duncan (38 años, 48 minutos en pista) y Ginóbili, 37 y 41: exactamente igual (edad y minutos) que Vince Carter.

Esta es la película de lo que pasó en el AT&T Center: los Grizzlies, reconocidos por ese grit and grind que rasca en defensa y carga el juego de ataque sobre los panzers, Randolph y Marc Gasol, descargó 34 puntos sobre unos Spurs desubicados en un primer cuarto en el que anotaron todo por fuera (14/20) y que les puso en ruta hacia un techo de 21-44 cerca del ecuador del segundo cuarto. Para entonces Vince Carter, factor X en estos Grizzlies, había anotado cuatro triples. El partido se sostuvo en diferencias que parecían difícilmente vadeables para unos Spurs cortos de efectivos y muy incómodos hasta que de repente, en 7 minutos y a caballo entre el tercer y el último cuarto, se pasó de un 51-68 a un 80-77 por obra y gracia de siete triples de los Spurs. Una furiosa reacción que habría conducido a la victoria a los de Popovich en el 99% de los partidos. No en este: con 89-86 y en la penúltima posesión, Green punteó el triple de Carter y Diaw aseguró el rebote… pero se lo regaló a los Grizzlies. En los siguientes siete segundos: triple de Conley, triple de Green y triple sobre la bocina de Marc Gasol desde casi nueve metros y con Ginóbili encima, su primer triple de toda la temporada. Milagro, 92-92... y tres prórrogas.

En la primera y después de un rebote de ataque épico Marc, otra vez, puso el 102-102 después de lotra resurrección improbable de su equipo: Ginóbili rifó un pase que devolvió la posesión a los Grizzlies y luego falló sobre la bocina. En la segunda, y tras triples de Diaw y Lee (109-111), Tim Duncan anotó sobre la bocina, desequilibrado y con el brazo de Marc encima. En la tercera, Randolph sacó su corpachón ante un rival ya agotado y anotó los seis puntos de su equipo (5-6). Ginóbili, otra vez, tuvo el tiro de la victoria pero falló un triples al que llegó una larguísima defensa de Marc Gasol. Randolph, el ejecutor final, terminó las tres prórrogas con 10 puntos y 9 rebotes. El partido, en 21+21.

Todo eso sucedió. Marc Gasol terminó con 26 puntos y 9 rebotes, Carter con 18 y un 5/9 en triples y Mike Conley con 14 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes. Courtney Lee jugó casi 53 minutos, Green casi 52 en los que metió 25 puntos y 7 triples. Duncan, pura vieja escuela, terminó con 23 puntos, 16 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones. Ginóbili, con 21+8+8. Diaw con 17+13+5… Números gigantescos para un partido gigantesco que supone, además, la sexta victoria seguida para los Grizzlies, que han encadenado triunfos contra Warriors y Spurs (sin Lee, Bogut, Leonard y Parker…) y han jugado en menos de una semana seis prórrogas: dos ante los Hornets, una ante los Sixers y estas tres.

Así de difícil es marchar 21-4, la segunda mejor marca de la NBA a medio partido de los Warriors (21-3). Los Spurs, en un diciembre de calendario criminal, están 17-9, con un 65% de victorias que sólo vale para ser séptimo en el Oeste. El octavo del Este, Brooklyn Nets, tendría ahora mismo once equipos por delante si cambiara de Conferencia. Así son las cosas en el lado salvaje, en el que los equipos se drenan porque con 50 victorias quizá no juegues playoffs y donde a la vuelta de cualquier esquina te puedes encontrar un duelo con sabor a séptimo partido. Y en el que uno de los protagonistas principales, conviene recordarlo las veces que sea necesario, es uno de los nuestros: Marc Gasol.