Xabier Fortes Lopez

Antes de salir a jugar en Cádiz el Barça estaba a 11 puntos del Madrid a falta de 21 por jugarse. Nunca en la historia los azulgrana le han recortado semejante distancia...

Tras la lluvia llegó la riada azulgrana, engrasada la máquina para las jornadas que se avecinan.

Ha llegado el momento de curarlo yendo al estadio.

El penalti fallado del primer tiempo fue una premonición de lo que vendría en la segunda parte.

El Barça se queda orillado en la autovía de la remontada.

El Barça viaja a Nápoles con el lema fuerza de Simeone rondando sus cabezas.

El Barça vuelve a decir adiós al título de Liga.

La última genialidad que barruntan es al parecer la tarjeta azul para supuestamente cortar las faltas tácticas y las protestas. Denles tiempo y tendremos tarjetas con todo el muestrario cromático del arco iris.

Cada vez que oigo al adversario gritar ‘Xavi quédate’ a modo de chanza para que hagamos lo contrario, más ganas tengo de que le hagan un contrato como a Ferguson.

No, el Barça no va a perder esta Liga por los árbitros. Sí creo en cambio que están influidos y presionados.

Sigue empeñado el Barça en no dimitir de la Liga a pesar de que la sala VOR parece haberse instalado en las oficinas de RMTV.

Y entonces llegó el último minuto, la zona madridista por excelencia, el penalti, el gol y la victoria. Lo dicho, este año vamos a ganar la Liga.

Veremos si la nave se estabiliza sin un aterrizaje de emergencia.

Al mejor Barça de la temporada se le escapa un poco más la Liga. Faltó solo la definición ante un portero con sus extremidades imantadas.

Cada llegada del Girona por los costados era una puñalada por la espalda, un gol como un cañonazo. Siete puntos de desventaja sobre el líder son muchos...

En Kaiserlautern fue la cabeza de Bakero. Este domingo fueron las manos de Iñaki Peña las que nos dieron algo más que 3 puntos. El Barça vuelve a recordar al de inicio de temporada...

Una cosa es tener depresión y otra estar bajo de moral. El Barça trata de superar los dos estados. Transita por la competición entre depresivo y cabizbajo.