El equipo ambicioso ahora es un pobrecito al que todo lo que le puede salir mal, le sale peor. Y la fortuna tiene que ver, pero también el nivel de la plantilla, que sólo admite calificativos dolorosos.
PorJosé María López
José María LópezDaniel López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
José María López
Página40